De lo Cotidiano al Amor
Antes no entendía la unión de estas dos palabras.
Lo rutinario o cotidiano eran un mero proceso, por él que había que pasar me gustara o no. Me conectaba con la pereza, el desgaste y tenía una sensación de que poco agradecido es doblar calcetines, ordenar un cajón, poner lavadoras o limpiar el baño.

Reconozco que me ha costado encontrar el amor en estos hechos. Pero a medida que he ido entrando en mi autocuidado, en mi respeto y al amor incondicional a todo cómo es. Puedo abrazar lo cotidiano, al fin y al cabo ocupa una gran parte de mi realidad, cocino para seis, limpiamos ropa y llenamos el lavavajillas dos veces al día. Aprender a ponerle amor, me ayuda a transmitir el cuidado. He podido experimentar la diferencia de “hacer” desde la desgana, a poner afecto a lo sencillo. Doblando nuestra ropa con amor, pongo amor, cuidado y respeto. Le estoy diciendo “SI” a este momento que también forma parte de la realidad, gracias incluso a los calcetines que quedan desemparejados.
“Estoy convencida que las lavadoras tienen conexión directa con los agujeros negros del gran universo.”
SI A TODO CÓMO ES.
EL AMOR COMO COMPAÑERO DE VIAJE.
APRENDER EN EL AMOR
- ¿Y tú? ¿Cómo vives las tareas cotidianas?
- ¿Son un simplemente algo a realizar o consigues vivirlas con amor y placer?